SOCIETY

Semana del arte: una invitación a redescubrir la ciudad a través de recorridos inusuales

Recorridos de a pie, en bicicleta o en el novedoso y gratuito servicio de combis le pondrán el ritmo a ocho días con más de 100 actividades inusuales para disfrutar en toda la Ciudad.

  • 27/08/2023 • 00:20

Desde este sábado y hasta el 3 de septiembre se celebrará en la 4° Semana del Arte, que invita a redescubrir la ciudad de Buenos Aires a través de las obras de ocho artistas de distintos puntos del país que transformarán el paisaje urbano, emplazadas en espacios icónicos a lo largo de tres circuitos que por primera vez estarán conectados con transporte gratuito; a la vez que conecta museos y eventos como el Malba, la Bienalsur o las ferias Bada, ArteBA y Affair mediante charlas, visitas guiadas y talleres.

 

Recorridos de a pie, en bicicleta o en el novedoso y gratuito servicio de combis le pondrán el ritmo a ocho días de actividades inusuales que sirven para celebrar el acceso a la cultura, en un escenario que, teniendo las obras del espacio público como hitos -los "Muros móviles", de Ana Vogelfang, en el sitio arqueológico La Cisterna, de San Telmo, es uno de ellos- se desplegará por museos de toda la ciudad, desde la Colección Amalita en Puerto Madero, pasando por el Museo Xul Solar en el Norte a la Usina del Arte y PROA 21 en la parte sur.

 

Una estructura hecha con ramas de la poda pública se levanta como una cadena rústica y enorme de ADN ante la fachada espejada del exBanco de Japón, enfrentando el viento que sube del río en el bajo porteño. "Nos gusta decir que las obras de los artistas ganadores de la convocatoria abierta, pública y federal son 'las vedettes' de Semana del Arte", le dice a Télam Noelia Novosel, directora de Artes Visuales del ministerio de Cultura porteño.

 

"Vas caminando al laburo y de repente te encontrás el 'Portal' de Camilo Guyot - grafica sobre la pieza que trastoca el paisaje en pleno Corrientes y Reconquista-. Es muy linda la instancia democratizadora del espacio público, porque las reactivaciones implican una cocreación al tener que pensarlas para otro lugar, tiene que haber una nueva producción, un nuevo montaje, e irrumpen en las rutinas ciudadanas acercando el arte contemporáneo a la gente desde el lugar de la sorpresa", explica Novosel.

 

Figuras humanas hechas en yeso reposan sobre una alfombra estridente entre las escaleras mecánicas y los locales de electrónica de la Galería Jardín, deformando las posturas de sus cuerpos a exigencia de los dispositivos digitales y pantallas que traen consigo. Son "Los intercesores" de Ramiro Quesada Pons. "¿Esto ya estaba acá?" será la pregunta que probablemente más se repita en el transcurso de esta semana en la ciudad.

En el antiguo edificio donde guardaban los carruajes presidenciales en el siglo XIX (luego estacionamiento de los automóviles con que los Jefes de Estado se trasladaban a la Casa Rosada, ya siglo XX), por ejemplo, funciona ahora un espacio gourmet que se llama El Mercado de Carruajes. Ahí Alfio Demestre exhibe los robots analógicos con que investiga la "pareidolia", un efecto que hace que veamos formas reconocibles en una mancha de humedad o en una nube.

 

El brazo largo del robot que construyó el escultor tiene una mano estrellada con minas de lápices por dedos que repite sobre el papel trazos secuenciales programados por él. Quien vea la primera forma, durante las visitas organizadas en la Semana del Arte podrá reclamar la hoja y sumar sus trazos en ella. Algunos de esos trabajos se venderán, otros serán regalados, unos más regresarán con el artista.

 

Tal vez en diálogo con la propuesta de Demestre, unos kilómetros más abajo en la ciudad, dos aspiradoras inteligentes hacen deambular dentro de un octógono las cabezas blancas de dos seres inquietantes. Impresiones láser, una, de orejas, ojos, narices, partes de obras clásicas -referencia a los sentidos-; otra, de una suerte de cerebro donde se lee un rostro -el de la sobrina del artista sabrá quien investigue un poco más, representación del sistema nervioso y el pensamiento-. Los autómatas pergeñados por Mariano Giraud, los "ACF-202", se mueven entre las escenografías gigantes y los vestuarios de Colón Fábrica, en La Boca.

 

Un jurado externo, compuesto por una curadora o curador; un responsable de Paisaje Urbano, la secretaría encargada de su emplazamiento; y un artista que haya ganado en la edición anterior, elige las obras edición tras edición. Este año ese jurado estuvo integrado por Sebastián Vidal Mackinson; por el subsecretario de Paisaje Urbano, Juan Vacas, y por Verónica Gómez respectivamente, "las tres patas necesarias para poder elegir a los ganadores, porque no cualquier obra puede ponerse a recircular o generarse desde cero para el espacio público", indica Novosel.

 

Libros sobre 'el arte de' -sea escribir, besar, tener razón, no amargarse, fumar en pipa o tirarse pedos-, por ejemplo, dialogan extrañamente en las vidrieras subterráneas de galerías Larreta. Del otro lado del pasillo, justo enfrente, la librería del Instituto de Publicaciones de Navales exhibe sus ejemplares: "crimen", "traición", "democracia mental" son palabras que aparecen en los títulos expuestos en esa otra vidriera, comercial, real.